Esta es la historia de Jaime, un hombre de 69 años lleno de vitalidad y apasionado del deporte que vió truncada su vida por la artrosis en sus rodillas.
Durante varios meses tuvo molestias que terminaron en un dolor que le obligó a colgar su maillot de ciclista. Sintiéndose atrapado entre las paredes de su casa, decidió dar un paso valiente y consultar conmigo su caso para ver qué podía hacer para recuperar la movilidad en ambas rodillas.
Puede que te encuentres en una situación similar a la suya y una de tus rodillas te esté forzando a abandonar la vida activa. Por eso Jaime ha decidido compartir su testimonio en este artículo.
“Incluso estar de pie durante un rato era molesto”
Cuando acudió a mi consulta, Jaime parecía una sombra de lo que fue. Pese a tener el cuerpo de quien practica deporte a diario, verle caminar con un gesto de dolor a cada paso me partía el corazón. La evolución de su artrosis había llegado a un punto en que su calidad de vida había mermado considerablemente. Tal y como el propio Jaime recordaba:
“Antes de la cirugía no podía caminar ninguna distancia sin sentir malestar, y y acabar con un dolor considerable. Lo mismo me pasaba al subir escaleras o dar un paseo en bicicleta. Incluso estar de pie durante un rato era incómodo”
La cosa no pintaba bien para Jaime. Ambas rodillas presentaban una artrosis avanzada. Él sospechaba que tendríamos que intervenirlas. Pero le resultó muy duro escuchar que la evolución de la artrosis hacía que la opción más viable para recuperar la movilidad fuera una sustitución total. En ambas rodillas.
“Jaime, vamos a tener que poner prótesis en ambas rodillas.”
“Tus rodillas están muy débiles,” Le dije, “Están muy desgastadas, por lo que un tratamiento más conservador basado en aplicar células madre y plasma rico en plaquetas te aportará una mejora temporal pero no solucionará el problema. La única opción para volver a tu vida normal es reemplazar tus rodillas por prótesis.”
Jaime mantuvo la compostura, aunque, por mis años de experiencia comunicando estas noticias, casi podía oír la conversación dentro de su cabeza. Decidí aclarar cómo íbamos a realizar la operación:
“Obviamente no vamos a reemplazar ambas rodillas al mismo tiempo. Empezaremos operando la rodilla izquierda, que es la que está en peor estado.”
Tres años después, tras haberse operado con éxito de ambas rodillas, Jaime recuerda cómo se sintió en ese momento y cuál era su principal temor:
“Tenía miedo de la operación porque implicaba quitar partes de la rodilla y cambiarlas por piezas artificiales. También tenía la preocupación de que la operación no fuera exitosa o solo saliera bien a medias”
La cirugía es solo el primer paso para la recuperación
El miedo que experimentó Jaime ante la idea de tener que llevar prótesis en ambas rodillas es natural y comprensible.
Pero le hice ver que buena parte del éxito de la operación dependía directamente de su implicación en el proceso de recuperación:
“La clave para una buena recuperación en este tipo de cirugía radica en dos elementos: la experiencia del cirujano y tu compromiso de llevar a cabo los ejercicios del postoperatorio para recuperar la movilidad de la rodilla. Yo controlo solo uno de los elementos. El otro es cosa tuya. Por supuesto, te vamos a dar todas las indicaciones y ejercicios que necesitas para recuperarte de manera rápida y segura. Pero si no pones de tu parte, la recuperación se quedará a medias. Aquí cuenta todo. Mi papel y el tuyo. Estoy convencido de que trabajando juntos tendrás unas probabilidades de recuperación muy elevadas.”
Estas palabras parecieron surtir efecto en Jaime. Con una chispa de luz en su mirada, Jaime me formuló infinidad de preguntas sobre la operación, los ejercicios de recuperación y acerca de cuánto tiempo tardaría en recuperar la movilidad tras operarse. Respondí con paciencia y dedicación cada una de sus dudas y le recalqué que esto era un trabajo en equipo:
“Para que recuperes una movilidad como la que tenías antes de la artrosis vamos a tener que poner cada uno lo mejor de nosotros. Yo me voy a implicar al 100%, ¿estás tú dispuesto?”
Era lo que Jaime necesitaba escuchar:
“El Dr. Gallego me dio mucha confianza antes de la operación y me brindó un cuidado y una atención excepcionales después. Atendió mis inquietudes y preocupaciones de manera amistosa y autorizada. Incluso el personal del hospital también estuvo muy involucrado durante mi recuperación”
Ambas intervenciones fueron bien. Pero el mérito NO se debió únicamente a mi pericia como cirujano. La clave del éxito fue la disposición e implicación del propio Jaime durante todo el postoperatorio y recuperación:
“Después de que me hayan reemplazado ambas rodillas en dos años, tuve claro lo importante que era seguir los consejos del Dr. Luis Gallego y hacer los ejercicios que me recomendaba. También tuve una fisioterapia realmente buena que me permitió recuperarme por completo.”
«Puedo caminar fácilmente más de 10.000 pasos o pedalear más de 36 kilómetros».
Jaime representa el tipo de paciente al que más me gusta ayudar.
Personas activas que quieren hacer todo lo posible para recuperar el estilo de vida que la artrosis les había arrebatado. Personas que se implican en su rehabilitación porque saben que es la manera más efectiva de volver a una vida sin dolor ni limitaciones de movimiento. Personas luchadoras que hacen suyo el adagio japonés de “si te caes 7 veces, levántate 8”.
Gracias a esta actitud, su recuperación ha sido completa:
“Desde la operación, puedo caminar fácilmente más de 10.000 pasos, pedalear más de 36 kilómetros o subir escaleras sin molestias.
Mi cirugía de reemplazo de rodilla ha mejorado mi vida en todos los sentidos. Me ha devuelto toda la movilidad que tenía hace años y nunca he mirado atrás desde entonces.”
Cuando le pregunté a Jaime si podía compartir su historia para inspirar a otras personas y a quién recomendaría acudir a mi consulta para tratar su artrosis de rodilla, no dudó un momento en decir:
«Definitivamente recomendaría al Dr. Gallego a cualquiera que tenga problemas similares de rodilla, que quiera recuperar la movilidad completa o que quiera poder caminar, andar en bicicleta o jugar juegos como el golf de nuevo.»
Y es que, a la hora de escoger ayuda profesional para tratar y recuperar tu artrosis de rodilla, es imprescindible que tu cirujano esté al día de los tratamientos más prometedores y tenga acceso a las prótesis más innovadoras para facilitar la recuperación de la movilidad.
Desde aquí quiero agradecer la generosidad de Jaime al prestarse para ayudar con su testimonio a otras personas con artrosis de rodilla.
Si es tu caso o tienes un familiar con esta afección, he diseñado un cuestionario online que te ayudará a saber qué grado de artrosis y qué tratamiento es idóneo para tu caso.
Si quieres que tengamos una conversación para que te informe de cómo puedo ayudarte, este es tu sitio. Ponte en contacto conmigo y te daré consejo gratuito y sin compromiso.
Más información interesante:
Nuevos tratamientos para el dolor de artrosis de rodilla
Prótesis de rodilla: ¿podré volver a practicar mi deporte favorito?
Es muy probable que puedas volver a usar tu articulación como antes de lesionarte (y sin operarte)
Deja tu email y te lo cuento en 6 minutos: