Vale, que sé que soy muy pesado.
Con que te muevas, que lleves una dieta mediteránea, que confíes en los avances de la Medicina Regenerativa, que practiques el estoicismo… para estar sano y vivas más y mejor.
Pero imagina que tuvieras que elegir una sola cosa.
Una sola cosa. No dos ni tres.
Una.
Ya sé que no hay por qué elegir entre los hábitos saludables y que hay que encontrar un equilibrio entre todos.
Porque elegir es renunciar.
Pero siempre hay que establecer prioridades, porque todo a la vez no lo puedes hacer y sólo te puedes centrar en una cosa en cada momento. (Sobre todo si eres hombre, como yo).
Así pues: ¿qué sería lo primero, lo más importante?
Te lo voy a preguntar de otra forma:
Imagina que tienes que dar un consejo a alguien muy, muy vicioso y al que quieres mucho, para que mejore su salud. Como sabes que si se lo dices todo a la vez lo vas a abrumar y no hará nada, sólo le vas a dar un consejo al principio. ¿Cuál sería?
- Deja de fumar
- Pierde peso
- Baja los niveles de colesterol
- Baja tu tensión arterial
- Mantén un actitud positiva ante el envejecimiento.
¿Cuál de los anteriores consejos crees que logrará que aumente más su esperanza de vida?
Te dejo un rato para que pienses
…..
Pues, quién lo iba a pensar, el mantener una atitud positiva ante el envejecimiento, puede hacer que su esperanza de vida aumente ¡ 7 añazos!
Mucho más que dejar de fumar (que alargaría su vida una media de tres años), bajar su presión arterial (que le regalaría 4 años de tu compañía) o dejar de fumar (que le daría 3 años de longevidad)…
Todo esto según Becca Levy, de la Universidad de Yale (que sabe de esto bastante, aunque seguro que las conclusiones puedan ser discutidas).
Una actitud negativa aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, depresión y demencia, y mantener una actitud adecuada hace que lleves una vida más saludable, hagas más ejercicio y sigas las indicaciones de tu médico, influyendo sobre el resto de las variables que mejoran la salud, disminuyendo los niveles de hormonas de estrés (como el Cortisol) cuyos niveles altos prolongados favorecen la Diebetes y las enfermedades cardiovasculares.
Así que lo que sería adoptar una una actitud estoica: aceptando tu destino (“Amor fati”), poniéndote en lo peor (“praemeditatio malorum”) para agradecer lo que tienes, centrándote en lo que puedes cambiar (dictomía de control) y viviendo el presente de forma plena, sabiendo que al final la muerte es inevitable (“memento mori”), puede hacer que no estires la pata antes de tiempo.
Además, ciertas prácticas que requieren poco tiempo al día nos ayudarán a reducir el estrés y a alargar nuestros cromosomas, que son la clave de el envejecimiento celular (de esto hablamos otro día).
ÁNIMO, JOVEN.
PS: Una recomendación: el libro “Breaking the Age Code”, de Beca Levy, sobre la psicología el envejecimiento.
Si te mueres de curiosidad por saber más sobre lo de los cromosomas, léete este otro libro súper interesante que no me canso de recomendar: “La solución de los telómeros” de la premio Nobel Elisabeth Blackburne. Une conceptos de biología y de psicología y ayudará a mantener la actitud mental correcta para vivir con más salud.
PSS. Una de mis frases favoritas:
“En lo que piensas, te conviertes,
lo que sientes, lo atraes,
lo que imaginas, lo creas”
-Buda
Es muy probable que puedas volver a usar tu articulación como antes de lesionarte (y sin operarte)
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